Conversamos con los productores encargados de organizar shows en Costa Rica, en una industria que no parece desinflarse. ¿Será que estalla?
Quiero presentarles un proyecto que traigo entre manos hace algunos meses. Me propuse sentarme a conversar con varios productores de conciertos para analizar cómo ha cambiado el panorama de conciertos.
Para mantener la tranquilidad habitual que caracteriza este espacio, decidió ponerle ¿¿¿DEMASIADOS CONCIERTOS???? eh, pero sí. Será una serie con entrevistas a productores de conciertos, donde nos cuenten de sus orígenes, lo que han vivido haciendo conciertos acá y lo que viene.
No es difícil imaginarse por qué escogí ese nombre. Constantemente mis amigos, el público y algunos productores usan una misma palabra: sobreoferta. Se siente como que todas las semanas anuncian otro concierto; la competencia se ha puesto muy complicada y los públicos hemos tenido que aprender a escoger en qué experiencias invertimos el dinero.
Esa sobreoferta explotó justo después de la pandemia, como bien apuntó Jessica Rojas en La Nación, en un conteo de conciertos internacionales que evalúa cómo estábamos antes del 2020 y cómo estamos ahora.
Captura de pantalla de reportaje de La Nación
2018 y 2019 fueron años cruciales para la explosión de los conciertos en CR, pues ahí empezaron a venir más artistas de pop y reguetón, en paralelo al rock que nos ha visitado siempre. La postpandemia nos dejó en una situación de 121 shows en el 2023 y llevamos más de 100 conciertos en lo que va del 2024.
Eso no quiere decir que no han traído shows grandes y seguimos viendo sold outs. Solo en este 2024 se ha reunido público suficiente para dos fechas de Karol G que vendió más de 100.000 entradas en el país y también para Interpol (MOVE), Incubus (Black Line), Red Hot Chili Peppers (SD Concerts/Live Nation), Feid (Jogo), incluso Kudai y otros grupos medianos que ha traído la productora Arrecife al país, la protagonista de la primera entrega de esta serie dedicada a los conciertos en Costa Rica.
“Hay mucho más (conciertos de artista internacionales) que prepandemia, tres veces más, tal vez. Hay demasiados shows”, me comentó en el podcast de LA NECEDAD Gabriel Quesada, uno de los fundadores de la productora Arrecife.
“Somos parte del problema”, agregó entre risas Ricardo Machado, también fundador de Arrecife.
Arrecife es una productora relativamente nueva, pero entró al mercado tico en el 2022 con todo. Han producido más de 30 shows en estos dos años. 30 suena como nada pero piénsenlo así: es más de un concierto al mes. Y la gran mayoría han sido llenazo. De la mano del crecimiento de Arrecife ha venido el protagonismo de Mercado La California (parte del grupo Distrito Carmen) como venue de concertos, un bar en el corazón de San José que recientemente fue ampliado para poder recibir a unas 1.000 personas en un espacio con ventilación natural y techado hace calor en CR y más cuando hay chivos).
Se ha vuelto común ver allí un jueves o domingo a artistas como Caloncho, Cráneo & Lasser, Daniella Spalla y muchas más voces latinoamericanas que fueron un salto de nuestros playlists en Spotify a escenarios. Si esos nombres no les suenan tanto como Feid o Karol G no es raro. Arrecife ha sabido alimentar el nicho de conciertos pequeños y medianos de indie pop, indie rock, hip hop y R&B en español. Claro que, al ser artistas menos conocidos, las fechas no siempre son las más convenientes, pero los de Arrecife lo tienen claro: cuando se trata de armar conciertos, es ahora o nunca.
“Lo hablamos para el chivo de Nsqk: en marzo tuvimos 7 shows”, dijo Gabriel Quesada. “Fue como ‘mae, estamos saturando la vara’. Pero es ahora o no vamos a ver a este artista de nuevo en 3 años y ya puede que para ese punto la carrera del artista explote o que más bien sea otro precio, cueste 7 veces pero no venda la misma cantidad”.
Conversando con los fundadores de Arrecife me convencí de que el timing de encontrar un artista, lograr calzar sus fechas para que visiten Costa Rica, y el timing del anuncio del concierto para permitir una venta sana son fundamentales para un concierto, OBVIO, pero es más fácil decirlo que hacerlo. El timing no siempre está de tu lado.
El público no siempre ve esto, como conversé con los de Arrecife. Y, si les soy honesto, no tienen por qué saberlo. Cuando compramos una entrada a un concierto empezamos una serie de conversaciones con amistades y conocidxs porque nuestra logística es primero: ¿a qué hora toca mi banda? ¿cómo llego ahí? ¿por qué el agua está tan cara?,
reclamos que nadie más va a atender si nosotros no lo hacemos. Pero si son como yo y les gusta irse un poco más profundo y conocer más de cómo llegan todos estos artistas al país, les recomiendo darle play a este episodio del podcast.
Escuchen esta conversación, devuélvanla, adelántenla, mastíquenla. Me encanta poder ver qué hay en la cabeza de los productores de conciertos y creo que vale la pena comentarla (siempre pueden contestar a este mail para comentar conmigo).
La otra semana les comparto el segundo episodio, en el que conversé con Andrés Guanipa, que tiene más de 20 años organizando conciertos en Costa Rica.