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Déjennos llorar (y celebrar un año de LA NECEDAD)

Olivia Rodrigo y yo nos sumergimos en la nostalgia esta semana. Pero cada uno por su lado.

Por Carlox Soto

Yo sé que debería empezar el texto hablando del aniversario de LA NECEDAD y bla bla bla, pero, ¿ya escucharon el nuevo disco de Olivia Rodrigo? Siento que es de la artista que más se ha hablado esta semana porque su disco debut, SOUR, le golpeó justo donde era a varias generaciones. Empecemos con eso.

Olivia Rodrigo se dio a conocer por ser parte de High School Musical: The Musical: The Series (les juro que no me acabo de inventar ese título). Ella escribió para esa serie la canción “driver’s license” que es BRUTAL (yo lloré la primera vez que la escuché, pueden verlo aquí) y la canción se hizo viral rapidísimo.

Olivia no se hizo famosa por ser parte de Disney, sino por su talento para contar historias. Es muy descriptiva en sus letras y sus sentimientos. Dan Nigro, productor de Olivia, le dijo a Laura Snapes (una de mis periodistas favoritas) que a la Generación Z le encanta ese tipo de escritura tan descriptiva y explícita, mientras que los millennials y Gen X se inclinaban más por las metáforas para expresar sus sentimientos. Olivia Rodrigo triunfa al mezclar esas dos formas de escribir con un sonido muy “Starbucks 2008” con un poco de “dolor existencial post-Kurt Cobain”.

Escuchen, por ejemplo, “brutal”, la primera canción del disco; suena como la canción de Nirvana que Kurt Cobain nunca llegó a cantar. “traitor” y “1 step forward, 3 steps back” son puro Fiona Apple en los 90s. “deja vu” es Fiona Apple de los dosmiles con un poquito de vocals de Taylor Swift.

Si el otro día les dije que Lana del Rey hacía música indie para películas en blanco y negro, Olivia Rodrigo hace música para los créditos de una película en la que Lindsay Lohan se enamora de un mae todo idiota en Nueva York.

Hablando de ese sonido de rocksito de los dosmiles, “good for you” está llena de trucos sacados del playbook de Paramore, grupo que inevitablemente asociamos con la banda sonora de Twilight 2.

Es fácil ver las referencias de Olivia, pero su voz sobresale y está grabada casi como susurrada en buena parte del disco: así es como termina de engancharnos y pegarnos justo en la nostalgia.

Eso es lo que tienen en común los millennials y los Gen Z: un fetiche poco saludable y muy rentable con la nostalgia. Y por eso Olivia Rodrigo nos pone a llorar por breakups que ni siquiera han pasado. Y qué dicha, la verdad. Como dijo Carla Morrison: Déjenme llorar. ¡Déjennos llorar!

Alguien dijo que Olivia Rodrigo basa su personalidad en extrañar al ex y voy a terminar esta reseña aportando dos respuestas a eso.

Para empezar: no podría estar más en desacuerdo con esa idea. Como es una mujer quieren decirnos que Olivia no hizo arte de su dolor y sorry, pero sí lo hizo. Si fuera Beck o cualquier otro hombre que amen los Grammys dirían “es un disco conceptual que explora las fibras más profundas del amor y el desamor”, pero como Olivia tiene 19 años se enfocan en su edad y en su ex.

Cuando uno está chamaco separarse de alguien con quien se tenía un apego fuerte es muy muy doloroso. Olivia logró capturar ese dolor crudo y sin filtros en un disco que posiblemente se vuelva un must de toda una generación.

Como segundo punto: nadie está obligado a escucharlo. Yo ciertamente no suelo escuchar música que sea solo piano y voz o solo guitarra y voz, pero creo que es muy injusto reducir el disco a “es un berriche”. Ahora que “good for you” es la canción número 1 en el mundo, queda claro que este es oficialmente uno de los breakup albums de la generación Z junto con Melodrama (2017), de nuestra señora Lorde. En resumen: SOUR es fucking arte.

Pero ya, mucha peleadera. Sigamos llorando con los audífonos puestos. Mis breakup albums son (o bueno, fueron) Insights de Felipe Pérez (2010), Wolfgang Amadeus Phoenix de Phoenix (2009), Scorpion de Drake (2018) y X100PRE de Bad Bunny (2018).

Pongan play

….y cuéntenme de sus discos para llorar en los comments.

Celebrar agradeciendo

Ahora sí. Hablemos de por qué me emociona sentarme a escribir los miércoles.

Lady Gaga fue la primera artista de la que escribí en LA NECEDAD y honestamente me alegra porque ella, al igual que yo, encontró su voz en espacios queer en los que ser necio/necia/necie es muy bienvenido. También me encanta que LA NECEDAD comparta su aniversario con la entrada del Matrimonio Igualitario en CR.

Estos posts con intentos de crear espacios seguros para hablar de música dentro de mis pensamientos y tratar de extender esos lugares imaginarios a mucha más gente que se pueda identificar. O tal vez no se identifique, también es agradable que alguien comente un punto contrario al de uno usando argumentos.

Empecé LA NECEDAD porque me picaban las manos por escribir bajo mis reglas y compartir lo que pensaba más allá de los 140 caracteres, para compartir mis reacciones y mis teorías. Un mes después de iniciar me despidieron y LA NECEDAD se volvió mi flotador, mi única estructura y mi motivación para seguir escribiendo y seguir pensando.

Hoy ha sido un día para recordar este primer año. Me acuerdo cuando planché las primeras camisas de LA NECEDAD (algunas de esas terminaron en Pérez Zeledón, a 150 kilómetros de casa). Recuerdo cuando Manolo me compró el primer tote bag. Todas las veces que Palola me ha revisado los textos o diseños (te amo). Recuerdo cuando Edux me regaló el dominio “lanecedad.com”. O cuando expliqué la idea de Kill Your Idols y luego Sofía Sourface le hizo un lettering increíble (¡ella también hizo el logo de LA NECEDAD!).

Quiero seguir encontrando a más personas que compartan este sentimiento, esta idea de que ser necio con la música es una forma de crear vínculos y compartir el buen ride. Los tqm extraños y conocidos de internet. 💛