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El arte de no decir nada

Kanye West utilizó una estrategia diferente con su nuevo disco: se alejó de los micrófonos.

Por Carlox Soto

Cuando era niño me hacía mucha gracia el cuento de “El traje nuevo del emperador”. Me parecía gracioso que alguien fuera tan astuto de engañar a un emperador o rey de esa manera, pues yo tenía la impresión de que los adultos tenían todo resuelto y no se dejaban llevar por ideas tontas. Irónicamente, en el cuento es un niño el único que se atreve a decir las cosas como son: el rey no tiene vestido y está desfilando desnudo.

Ahora que soy adulto me doy cuenta que no es tan difícil engañar o convencer a otros adultos de verdades a medias o mentiras burdas, solamente usando las palabras correctas (o las que esas personas quieren escuchar).

Esa persuasión e incluso las mentiras, son útiles para vender música. Me encanta que los músicos me mientan o se inventen un personaje, como The Weeknd cuando empezó a andar con la nariz destruída hace dos años y hasta hizo una entrevista respondiendo como ese personaje. Alguna gente presume que la relación de Karol G y Anuel fue una mentira, como podría serlo la de Rauw Alejandro con Rosalía. Cuando me preguntan por esas cosas siempre digo: yo no sé la verdad, pero quiero saber todo lo que los artistas me quieran decir.

Kanye West, por otro lado, nunca ha separado a la persona del personaje. Siempre ha sido el mismo escandaloso, polémico e inquieto productor que hace magia en el estudio pero también ha estado cerca de sepultar su propia carrera tomando el micrófono para decir alguna idiotez.

En el momento en el que Kanye se volvió parte del clan Kardashian, las cosas polémicas que publicaba empezaron a multiplicarse. Durante los últimos años se le hizo costumbre pelear en Twitter o a postear cosas exageradamente polémicas para generar ruido antes de la salida de un disco y es por eso que la estrategia de su última producción, DONDA, ha sido tan extraña y tan efectiva.

Kanye, el rapero que presume decir lo que nadie se atreve, decidió no dedicarle ni media palabra a las redes para la salida de este disco. Ni un tuit, ni una entrevista, si acaso algunos posts crípticos en Instagram que luego borró. Silencio puro.

Uno pensaría que eso sepultaría un disco de Kanye pero no: DONDA debutó de #1 como lo han hecho sus últimos nueve discos y recibió cobertura desde múltiples ángulos. Los fans le siguieron la corriente e incluso hubo quienes compraron entradas para alguno de los tres listening parties que hizo antes de publicar el disco. Todos esos fans, a la expectativa del nuevo material, fueron quienes hicieron el ruido, apoyados por las “señales” que Kanye les fue dejando. Más que señales yo les diría migajas de información.

¿Ya ven por dónde voy? El rey del cuento salió desnudo de su castillo porque múltiples personas le dijeron “sí, lo estás haciendo excelente” y no se dio cuenta de que iba a desnudo porque los adultos a su alrededor no se atrevían a decirle nada. Algo así como lo que pasó con el disco de Kanye.

Los listening parties fueron descargados y posteados en distintos foros por sus fans, quienes crearon una ola de hype enorme aunque injustificado: algunas canciones seguían crudas, estaban mal mezcladas o incluso tenían “placeholders” (la versión sonora de decir “inserte sonido aquí”); no es sorpresa que las canciones escuchadas en el primer listening sean muy diferentes al resultado final. Hay reportes de que tirar versiones crudas fue una forma de Kanye y su productor Mike Dean de probar las aguas y ver a qué respondía al público y por supuesto, emocionar a la gente por la salida del disco.

Kanye hizo un “reverse engineering” de sus métodos: dejó que la gente se llenara la boca de halagos y exageraciones en lugar de hacerlo él. Podrán decirme que “Kanye dejó que el arte hablara por sí solo”, y sí, suena como una buena excusa, excepto porque sus fans no han parado de pelear todas estas semanas insistiendo en que “DONDA definitivamente es mejor que el nuevo disco de drake!!!! y otros mensajes que suenan escritos por el mismo Kanye. Esto me hace pensar que una vez más −y haciendo muy poco esfuerzo− Kanye obtuvo la respuesta que quería. Go girl, give us nothing!

En el primer listening party, en Atlanta, Kanye no hizo más que caminar por el estadio y el asunto estaba tan aburrido que la gente empezó a notar que Kim Kardashian estaba ahí. Sí, la misma Kim que había confirmado hace meses antes la separación definitiva de la pareja. Ese día se presentó una canción en la que Kanye repetía una y otra vez “I’m losing my family”……. que luego fue borrada del disco.

En DONDA se puede escuchar a Kanye hablando de cómo está sobrellevando una relación difícil en la que hay muchas peleas y en la que una separación es inminente. Entonces, cuando Kim fue parte del último listening party (el más ambicioso y polémico), la gente se quedó especulando si la pareja habría vuelto.

Aquel capítulo final de los listening de DONDA cerró con cualquier cantidad de alegorías o “migajas” para que la gente siguiera especulando: Kanye usó la cancha del Soldier Field de Chicago para quemar una réplica de la casa en la que creció, luego se prendió en fuego a sí mismo y luego se “casó” con Kim… Valga decir que quemó una casa que minutos antes era habitada por DaBaby (rapero que días antes había hecho comentarios homofóbicos), Marilyn Manson (acusado de abuso sexual) y la jamaiquina Shenseea (señalada por los medios como una amante de Drake, ajá).

Se supo que días antes de ese evento en Chicago, Kanye se había cambiado el nombre a “Ye” y eso inició toda una nueva teoría. ¿Se habría inmolado Kanye para iniciar su vida como un hombre nuevo lejos de “la gente mala” y empezar de cero junto a su esposa? Serían los listenings una alegoría de como él nació en Atlanta, luego empezó a trabajar solo (cuando vivió en el estadio) y luego salió de Chicago como un hombre cuando finalmente se casó con la mujer de sus sueños???. No sabemos.

Días después, DONDA llegó a plataformas de streaming y Kanye posteó en Instagram para alegar que su disquera publicó el álbum sin su consentimiento. ¿Será cierto? No sabemos.

DONDA tiene buenas canciones (mis favoritas: “Jail”, “Hurricane” y “Moon”) pero más que un disco es un grupo de ideas y si va a ser caso de estudio para algo, que sea de comunicación o más bien, la falta de ella. Literalmente no tuvo que decir nada para generar ruido.

Creo que el momento que realmente me convenció de que DONDA es un poco como “El traje nuevo del emperador” fue cuando vi la portada: es un cuadro negro en el que cada persona puede proyectar lo que quisiera -cualquier idea- en ella.

Unas semanas después, Kim Kardashian asistió a la Met Gala con un vestido completamente negro y el efecto se repitió: la gente especuló sobre significados ocultos e “ideas geniales” sin que ella tuviera que explicar nada sobre la tela negra que la envolvía. La gran pregunta es: gun to his head, si tuviera que explicar el significado de la portada, del vestido que le diseñó a Kim o la simbología de sus listenieng parties, ¿tendrá Kanye una respuesta? ¿O el significado de todo es inexistente como la ropa del emperador?


Playlist y PPT Party

¡Gracias por llegar hasta aquí!

La próxima semana tenemos dos eventos importantes: viene un texto invitado al boletín y tendremos un PPT Party el viernes 15. Si quieren exponer sobre algún video /álbum o canción que les apasione, pueden contestar este email o contactarme por Instagram.

Les dejo de regalo una playlist que ha estado armando Dani Argüello expositor veterano del PPT Party y miembro infatable del discord de LA NECEDAD.

Nos vemos. <3