Ok boomer.
La tecnología llegó muy tarde a mi casa. Mientras mis amigos tenían CDs y iPods yo tenía que conformarme con la música que salía de una radio vieja que había en la casa. Ese aparato es lo que uno llamaba una “grabadora”, porque podía grabar canciones de la radio en un cassette y también reproducía casetes. Mi mamá tenía varios cassettes, piratas, por supuesto. Yo tenía una mamá pirata, ajá.
La grabadora de mi casa me dio muchos de los momentos más importantes de mi vida. La primera vez que escuché a Rubén Blades. La primera vez que escuché Incubus (no me enteré hasta años después de que ellos cantaban esa canción que repetía tantas veces “1984”). La primera vez que escuché reggaeton fue en esa grabadora.
Pero lo más importante fueron los cassettes. Ese formato extraño que transformaba cintas metálicas, simples adornos, en música; su calidad de sonido era muy dudosa pero su efectividad era indudable. Sin televisión por cable, sin muchas oportunidades de ir al cine (ahora me doy cuenta que mi mamá odiaba ir al cine), esa grabadora era mi conexión al mundo exterior.
En las últimas semanas he comprado tres cassettes: de los nacionales Frank Noguera y The Tovver y Good News de Megan Thee Stallion. Pero no es de esos tres que quiero hablar, sino de los que me marcaron en la infancia, los tres cassettes que me cambiaron la vida.
Este no es un post de nostalgia, pero, como siempre, sí es un post nostálgico, porque las emociones fuertes son las que me motivan a escribir.
Si no quieren leer toda esta celebración de la de música boomer, pueden ir al final y encontrar un playlist bailable más fresquito.
Vamos con la lista.
Un rey extraño
El primer cassette que le pedí a mi mamá que repitiera y repitiera y eventualmente aprendí a poner yo solo fue TEMPO Rock en español. Esta compilación de la disquera CBS y la emisora 103 Rock FM era todo lo que mi madre necesitaba para no aburrirse mientras hacía oficio los sábados y todo lo que yo necesitaba para refrescar mis oídos de la salsa y el merengue que sonaban a diario en mi casa.
Contraportada de Tempo Rock.
TEMPO traía varias canciones de Hombres G y de Charly García, también una versión medio electrónica de “La Historia Salvaje” de Café con Leche. Pero mis favoritas siempre fueron “El extraño del pelo largo” de Enanitos Verdes (que hasta hace pocos días me enteré que era un cover) y “Lo que sangra (la cúpula)” de Soda Stereo.
Ustedes no tienen idea de la energía que me invadía cada vez que escuchaba los primeros acorde de La cúpula; la batería y el bajo golpean el piso mientras esa guitarra se encarga de mantener el vibe neoyorkino-ochentero-futurista de toda la canción.
Años después, conocer esas dos canciones me ayudó a tener de qué conversar en un colegio en el que no conocía a nadie y hacer amistades que −afortunadamente− mantengo hasta hoy.
Usted Es Su Sana
Cassette pirata. Autor desconocido.
Tengo el recuerdo vivo de la primera vez que escuché el grupo de comedia Les Luthiers. Era un 14 de setiembre, el día en el que cientos de niños en edad escolar salen a la calle a desfilar con faroles altamente inflamables en sus manos (nunca se atrevan a decirme que Costa Rica no es un país de Latinoamérica).
Mi madre llevaba días tratando de explicarme que había escuchado un cassette gracioso, que los tipos eran argentinos y hacían sus propios instrumentos. Pero ese 14 de setiembre fue cuando consiguió una copia y la escuchamos antes del desfile. Nunca olvidaré ese día.
Escuché al rey enamorado, La Tanda, a la gallina que puso un huevo y dijo eureka y finalmente las cartas de Yogurtu, quien debió huir de su aldea por culpa de la escasez de rinocerontes. Era gran contenido para un niño de 8 o 9 años y recuerdo reírme a carcajadas sentado en el piso con mi mamá; es una de mis memorias más preciadas.
Lo más maravilloso de ese cassette es que alguien (mamá nunca me dijo de dónde lo sacó) decidió grabar en el lado B el disco de Buena Vista Social Club, básicamente uno de los compilados más importantes de la música cubana. El bravado y el ímpetu de “Chan Chan”, la primera canción, también me abrió la cabeza a nuevos sonidos.
Ticking away
Cassette pirata regalo de mi tío. El lado B tiene los hits mirrey.
Los cassettes de Vivaldi y Tchaikovsky que mi mamá me ponía tuvieron un impacto en mí, claro que sí, pero no se compara con lo que le hizo a mi cabeza de 10 años escuchar Pink Floyd.
Un día equis mi tío decidió regalarme una copia de Delicate Sound of Thunder, un disco en vivo grabado a finales de los 80. El dato de la fecha es importante porque el Delicate suena más ochentero que “In The Air Tonight”, con fuerte reverberación y redoblantes que parecen que van a destruir edificios, como decía Adrián Pauly.
La primera vez ni lo entendí, ni lo pude procesar. Pero un día vi un episodio de Alejo y Valentina en el que sonaba una melodía familiar y alguien decía “fgdfgd away (sic)” y recordé el cassette de Pink Floyd. Ese lado B tiene las que se conviertieron en mis canciones favoritas durante el colegio y tengo la suerte de haber escuchado en vivo un par de ellas.
En una clase de psicología del colegio expuse “Time” como mi canción favorita y ese cassette fue el que la trajo a mi vida.
Sí, yo amaba Pink Floyd en el colegio y sí, ahora me encanta el trabajo de Bad Bunny. We exist.
Playlist de regalo
El otro día tenía muy pegada “telepatía” de Kali Uchis y para exorcisar esa canción de mi cabeza me puse a enlistar las canciones en las que alguien dice “mi cama” o habla de una cama que le es familiar y accidentalemente armé uno playlist de reggaeton bastante decente y con muchas joyas viejitas.
Se llama canciones en las que alguien habla de su cama y por el momento tiene 12 canciones que AMO. Espero agregarle más en estos días.
Necio Yutuber
Publiqué en en el canal de YouTube de La Necedad un video reseñando canciones publicadas en enero 2021 que me gustaría que vieran. (denle play abajo). Voy a empezar a subir más reseñas y me gustaría que me ayudaran a elegir canciones.
Si han oído alguna canción que haya salido en febrero 2021 y que les haya gustado, me pueden contestar este correo con el nombre o enviarla a carlox@lanecedad.com.
Gracias si llegaron hasta aquí, discúlpenme la inconstancia pero este mes se fue como un remolino de esos que se hacían en mi escuela y ponían a dar vueltas todos los empaques de picaritas y quesitos. Yo soy el empaque de quesitos.
Hasta la próxima. <3