Un post breve sobre un evento que no creo que olvide pronto.
Cuando trabajaba en el periódico, la ULACIT me invitó a entrevistar a un productor musical “muy exitoso” que tenían de profesor invitado. Revisé su curriculum y realmente solo encontré dos cosas interesantes: 1) trabajó en un disco póstumo de Tupac Shakur (aunque en su bio se hablaba de eso como si hubiera conocido al OG) y 2) grabó los teclados en “Hit That” de The Offspring. Eso fue todo. No tomé ese CV maquillado como un red flag en ese momento, pero bueno, ya me daría cuenta de mi error.
Pedí un carro del periódico, pedí tiempo de fotografía y me fui a Escazú en hora pico para encontrarme a una de las personas más entitled, namedropper y adultocentrista que haya conocido en mi vida. En palabras sencillas: era un rajón que no tenía con qué.
Tuve que esperarlo 20 minutos y cuando llegó lo primero que dijo fue “no sabía que La Nación contrataba periodistas tan jóvenes”. Luego se puso a decirme que si yo sabía quién era él y todas las sesiones que había grabado con artistas nacionales (sesiones que por supuesto nunca han visto la luz). Todo lo hablamos en inglés, obviamente, pero él se encargó de recordarme que seguro yo no entendía términos como “mix” o “master”, porque frente a sus ojos yo no era más que un chiquito latino ignorante.
La entrevista se fue poniendo más hostil, tanto que la muchacha de prensa que me invitó veía al entrevistado como si estuviera matando a un perrito. El mae en serio era el arquetipo de viejo asqueroso que se siente superior a cualquier persona que le pongan en frente, solo que en su caso usaba sus supuestos éxitos musicales para justificar lo basura que trataba a los demás.
Al final de la sesión la de prensa solo me dijo “muchas gracias” con cara de vergüenza y no supe más de ella (no me preguntó cuándo iba a salir la nota ni nada por el estilo).
En *ese* productor con *esa* actitud es que yo pienso cuando imagino quiénes son los votantes de los Premios Grammy.
Es la única explicación por la que Beyoncé y Lady Gaga han perdido 4 veces la posibilidad de ganar Album of the Year. Anoche la historia se repitió, con Beyoncé rompiendo récords, sí, pero de nuevo perdiendo en los Big Three (AOTY, Song of the Year, Record of the Year).
¿La razón? “Beyoncé ya ha ganado mucho”. Esa es literalmente la justificación que dieron tres de cinco votantes en un artículo de la revista Variety. “Beyoncé de fijo gana algo entonces mejor no voto por ella”, ah ok.
Eso es mezquindad. Y ese gesto dice mucho de cómo se siente de ver a una mujer negra triunfar. Racismo y MEZQUINDAD. Es que no tiene otras palabras el que no quieran verla ganar solo porque ya “ganó mucho”. Y cuando revisamos contra quién ha perdido Beyoncé AOTY el patrón es muy evidente.
Tras de eso este año gana un tipo que nunca nos ha querido decir quién es realmente, pero que se deja decir que estos ganes no le pasan a “la gente como yo”. La audacia.
Cuando me pregunten quién ganó en los Grammy mi respuesta será: los mismos pálidos de siempre.
Pronto la cobertura de Picnic Día 2.